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martes, 23 de agosto de 2011

Qué Hacer Con Clientes PITA



“Como me trate será tratado,
Porque tan valioso es su dinero
Como sagrado es mi trabajo.”
Letrero en una miscelánea

Ya sabes cómo son los PITAs y por qué hacemos tantas cosas para atenderlos. Pero bueno, son clientes… ¿Qué más se puede hacer?

Aunque hay varias cosas, lo primero es considerar separarte de ellos. Claro que puede sonar medio frío, pero no tienes idea de los problemas que te quitarás de encima.

Un cliente PITA te puede hacer la vida tan miserable como cualquier jefe abusivo y creo que parte de la motivación que tenemos todos para ganar más dinero es ya no tener que lidiar con eso.

Cuando alguien se pone en ese plan, pocas cosas pueden salir bien, especialmente para ti.

¿De qué sirve estar en esto, trabajar, aprender y estar dándole a un negocio en Internet si vas a estar peor? Porque puede haber:

Enfermedad. Durante décadas se ha ligado la mala salud al estrés. ¡Qué tiempos aquellos en que no había tanto estrés! La gente vivía mejor y sin tantos problemas como ahora.

Y créeme; ganar dinero en Internet puede tener muchos retos y problemas, pero ninguno se comprara con lidiar con un cliente PITA.

Menos dinero. Como ya comenté, ningún cliente PITA me ha generado ganancias. Al contrario, tomando en cuenta el tiempo y las frustraciones que me causaron, salí perdiendo.

Además, al pensar solo en ellos puedes salir poniendo lo que ellos no quieren invertir en dinero o trabajo.

Menos oportunidades. Tu negocio puede empezar con todas las carencias que quieras, pero tu activo más valioso es tu tiempo.

Tiempo para buscar oportunidades, tiempo para aprender más, ¡hasta tiempo para descansar!
***

Así que, en resumen, ¡Aléjate de los clientes PITA!

No importa si tienes que regresarles su dinero o perder su compra; te puedo asegurar que ganarás más simplemente quitándotelos de encima.

Con esto no me estoy poniendo moños; solo estoy pensando en mi negocio, y tú también tienes que pensar en el tuyo.

No tengo problemas con los clientes exigentes; solo me alejo de los que quieren que su problema, real o imaginario, se convierta en mí problema sin darme nada a cambio.

Así son los negocios: una relación ganar-ganar. Cualquier otra cosa es injusta para ti y para todos los que dependen de ti.

¿Pero en donde está la línea? Hay tres cosas en particular: conocer el valor de un cliente, limitar tu responsabilidad y pensar primero en tu negocio.

En las siguientes entradas verás 3 ejemplos de esto.

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