Páginas

lunes, 29 de agosto de 2011

Piensa primero en ti

En la entrada pasada (El valor de un cliente…) comenté que ésta sería una entrada egoísta. Qué quieres… soy humano.

En fin, el título dice que tienes que pensar primero en ti. Los idealistas dirán que eso no está bien, que hay que pensar en los demás, a veces incluso antes que en nosotros mismos.

Estoy de acuerdo en que a veces pongamos a nuestra familia y amigos antes que nosotros mismos, pero hay casos en los que no aplica.

Veamos un ejemplo: si has viajado en avión, probablemente ya te sabes de memoria el rollo de seguridad que te dicen antes de despegar.

Cuando llegan a la parte de las máscaras de oxígeno, te dicen que si vas con un niño, primero te pongas tu máscara y luego se la pongas al niño.

Algunos dirán que primero es el niño pero lo dicen por una razón: si le pones la máscara primero y te desmayas, es poco probable que el niño pueda ayudarte.

Tal vez quieras pegarle al heroísmo y no hacer caso, pero en una emergencia tienes que abrir puertas de escape o ayudar al niño a bajar, cosa difícil si te desmayaste por no hacer caso.

Pensar primero en ti puede sonar egoísta pero en casos como éste no lo es: simplemente es práctico.

Pasando al asunto de los negocios en Internet: tienes que pensar primero en ti y tu negocio.

Siempre habrá quién necesite algo de ti y sobrarán los que quieran un viaje gratis.

Aunque te den muchas ganas de ayudar a todo mundo, aún a tus expensas, considera las consecuencias.

Si apenas estás levantando tu negocio, estás tratando de recuperar lo invertido y muy apenas sacas un poquito por tus esfuerzos, dedicar tiempo a ser hermanita de la caridad puede costarte mucho.

La mayoría de estos negocios por Internet empiezan con mucho trabajo, grandes esperanzas y poco dinero.

Tu único activo real es el tiempo y si lo estás utilizando en darle todo a todos, changos… parecería que estás tratando de apagar un incendio con gasolina.

Para que un negocio prospere debe tener ganancias. Si no, eventualmente quebrará y causará más problemas de los que quieres resolver.

Si tu negocio no levanta tus proveedores se quedan sin ingreso por tu parte, tus trabajadores se quedarán sin empleo y tú y tu familia estarán en problemas.

Así que en estos casos, ponte primero la máscara de oxígeno. Esto no es ser egoísta, capitalista, imperialista o oportunista, como algunos dicen.

Es actuar con la cabeza y, aunque no lo creas, para el bien común.

Mientras más empresas rentables haya, mejores oportunidades hay para todos. Así que piensa en ti, afianza tu posición y entonces ya te puedes hacer hermanita de la caridad sin hundirte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario