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lunes, 1 de agosto de 2011

La Tarjeta de Crédito: Amiga y Enemiga

“Yo no tengo tarjeta de crédito, no vivo fuera de mis posibilidades”, fue la categórica frase de un ex compañero de trabajo cuando hablábamos de tarjetas de crédito.

Su forma de pensar ilustra lo que la gran mayoría de las personas siente hacia las tarjetas de crédito y cómo su uso está satanizado por un público consumidor que, básicamente, no sabe lo que dice.

Claro que las tarjetas de crédito han sido desde siempre la causa principal del endeudamiento personal de la gente y he visto y escuchado historias de terror acerca de embargos, acoso telefónico y visitas indeseables de cobradores.

Y sin embargo, las tarjetas de crédito son una herramienta tan útil y conveniente que no me imagino viviendo sin ellas.

Las tarjetas de crédito te permiten vivir en una “burbuja” que te da más posibilidades de las que pudieras tener con cualquier otro instrumento financiero, a menos que tengas mucho dinero.

¿Y por qué la satanización entonces? Hay varias razones:

Escuchar a quien no sabe. La gran mayoría de los que se quejan de las tarjetas de crédito vienen de personas que se endeudaron con ellas.

Todos hablan de los altos intereses, de las llamadas telefónicas para cobrar y los juicios de embargo.

Todas estas personas dicen que es culpa del méndigo banco y hay quienes entretienen teorías de conspiración acerca de los banqueros dominando el mundo por medio de la deuda.

Aunque los bancos muchas veces se pasan de listos en muchas cosas, hay algo que nunca los he visto hacer: ponerle una pistola en la cabeza a alguien para que compre las muchas cosas con las que se endeudan.

Cada tarjetahabiente es directamente responsable de su deuda. El banco… bueno, solo hace lo que sabe hacer…

Nadie investiga. Además de escuchar las quejas y lloriqueos de personas que no saben lo que dicen, la mayoría de los tarjetahabientes rara vez investiga lo que puede hacer con su tarjeta de crédito.

¿Has leído el contrato? ¿Sabes lo que puedes sacar en promociones y descuentos? ¿Conoces los alcances de lo que puedes hacer con tu tarjeta?

La gran mayoría de las personas no lo sabe. De hecho, la información que tienen de su tarjeta viene de lo que el banco envía de promociones y trípticos de información, que muchas veces son descartados sin siquiera mirarlos.

Solo con leer el contrato puedes abrir los ojos a cosas buenas y malas que tu tarjeta de crédito tienen para ti, pero bueno… prácticamente nadie lo hace.


Me gusta comparar la tarjeta de crédito con el fuego. Nuestra civilización prácticamente floreció gracias al fuego, pero si no lo sabes manejar, puede hacerte cenizas.

En esta serie mostraré lo bueno, lo malo y lo feo de las tarjetas de crédito y cómo son cruciales para cualquier negocio que quieras tener en Internet.

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