Como verás, el anuncio, si no conoces Adwords, trataba de utilizar una de las características, que es incluir la palabra de búsqueda del visitante en el anuncio mismo de manera automática. Sin embargo, como podrás ver, aquí no funcionó.
Tal vez está mal escrito el código del anuncio, tal vez no funciona para la red de contenido y hay un montón de talveces. Todavía peor, el anuncio llevaba a una página de error, en vez de darle al visitante el rollo de venta que se supone debería de tener.
El sitio está “al aire” y funcionando bien, ofrece maestrías en finanzas, pero su anuncio simplemente es un gasto total. Quien lo vea tal vez de un clic “curioso”, pero es seguro que los demás ganarán el clic.
Tal vez cambiaron el sitio sin decirle a los del anuncio, eso pasa con algunas compañías donde los departamentos no se comunican mucho, pero la cosa es que este tipo de problemas es común aún con personas que trabajan solas.
La moraleja es siempre probar. Cuando hagas anuncios, siempre debes verificar, dos y hasta tres veces, que el anuncio funcione como debe y lleve al visitante a donde tiene que llegar. He visto en muchos servicios de paga que hay anunciantes que te llevan a páginas de error, páginas que no tienen que ver con el anuncio, que se les acaba la cuota en el hosting y hasta anuncios del hosting donde dicen que la cuenta está “banneada” (changos, pagar para que digan que soy spammer...).
En los negocios por Internet es bueno aprender de la desgracia ajena, para que no te vaya a pasar a ti. Cuando es tráfico gratuito no pasa nada, pero en PPC (pago por clic) puedes perder mucho dinero por este tipo de cosas. Lo se de primera mano porque una vez me pasó, pero desde entonces pruebo todo muchas veces antes de soltar una campaña.
Cometer errores es humano, pero en este negocio hay que aprender rápido. Tu no los cometes... ¿o sí?
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